Toxoplasmosis, tener gato y estar embarazada ¿es compatible?
imagen de portada: by Jonas Vincent on Unsplash
Lo primero importante que debes saber es que la toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa producida por un parásito (toxoplasma gondii) y que se implanta en el organismo a nivel celular. Se trata de una zoonosis, es decir, una enfermedad que es transmitida de un animal al ser humano.
Los gatos son los que mayormente se infectan, pero no son los únicos, también otros mamíferos y aves. Lo que sucede con los gatos, es que son considerados como los hospedadores definitivos del parásito, ya que es en el único animal en el que el parásito incuba sus huevos. El ooquiste vive en el intestino del animal y es expulsado en las heces. Pero los ooquistes de los excrementos no son infecciosos desde el inicio, necesitan un proceso de exposición de entre 24-48 horas para pasar a ser una vía de infección.
La toxoplasmosis es asintomática, es decir, no presenta signos visibles de la enfermedad. Y, en el caso de llegar a presentar algún síntoma físico, en el gato, podrían ser letargo, falta de apetito, dificultad al respirar,etc. Y en los humanos, los síntomas serían parecidos a los de una gripe o un fuerte resfriado (dolor de cabeza, fiebre, cansancio).
Consejos si tienes gato y estas embarazada
Existe una fobia social, sobre todo entre las mujeres embarazadas (y personas con un sistema inmunosuprimido), ante el temor de poder infectarse y que ello perjudique la salud del feto. Es lógico no querer perjudicar a tu bebé, pero en realidad, los expertos demuestran que las probabilidades de contagio son muy pocas.
«La falta de información hace que unos 3000 gatos sean abandonados, al año, cuando una familia espera la llegada de un bebé»
- Lo primero que debes hacer es llevar a tu felino al veterinario y comprobar si ya puede estar infectado o no. Igualmente, tú debes acudir a tu ginecólogo para que te diga si estas ya inmunizada contra la enfermedad o si eres propensa a contraerla.
- No le permitas salir al exterior. Un gato domestico que vive en el interior de casa, no puede cazar y es muy difícil que entre en contacto con la enfermedad.
- Es importante darle solo su comida preparada a base de pienso y latas. Nunca darle carne cruda u otros alimentos similares.
- Recoge las heces y limpia los areneros de manera muy frecuente. Para no dar tiempo a que los ooquistes maduren.
- Evita tocar las heces o ser tú quien limpie la arena. De hacerlo tú, ponte siempre guantes y lávate, de manera frecuente, las manos.
Otras formas de contagio
Dentro de la vida cotidiana, existen otros medios de contagio más fáciles y habituales:
- Comer carne cruda o poco hecha de animales infectados.
- Comer verduras que se pudieran haber contaminado en el momento que se encontraban en la tierra.
- Con los propios utensilios de cocina que estuvieron en contacto con alimentos infectados.
- Beber agua contaminada.
- Consumir leche no pasteurizada.
- Estar con contacto con la tierra infectada cuando se hacen trabajos de jardinería.
Así que, como puedes comprobar, no es incompatible tener gato y estar embarazada. No tienes porque sentirte en la obligación de tener que tomar la decisión de renunciar a él.
Ana Pérez
Super interesante! Es necesaria esta información para evitar que el miedo y la ignorancia hagan incompatibles la llegada de un bebé con el gato miembro de una familia. Es muy triste tener que elegir y no hay nada más bonito que crecer con un animal.
GRACIAS!!
Los Animales de Radagast
Muchas gracias por tu comentario. Así es, antes de tomar una drástica decisión, es necesario informarse bien, no dar veracidad a una sola opinión y buscar soluciones. Del mismo modo, que es vital tomar ciertas medidas preventivas. Un abrazo