También los gatos tienen su propio grupo sanguíneo. Diferente al del humano y al de los perros.
Existen tres grupos: A, B y AB. Y hace unos años se encontró un nuevo grupo sanguíneo antígeno Mink, que aún está en estudio.

Al parecer, la presencia de los grupos sanguíneos depende de las razas y de la zona geográfica. El más frecuente es A, le sigue el tipo B, y el menos frecuente, el AB.

Los gatos, a diferencia de los perros, tienen aloanticuerpos (anticuerpos naturales) contra el antígeno de otro grupo sanguíneo que no poseen. Esto hace que la tipificación, y comprobar su compatibilidad, sea obligado antes de hacer una transfusión porque podríamos provocar graves reacciones adversas.