Cadena de vida
L os animales no están aquí para nosotros, sino que están CON nosotros. No se encuentran en una vida paralela, lejana y ajena, sino que conviven estrechamente con nosotros y nosotros con ellos. Sin ellos, nosotros tampoco existiríamos.
Aunque muchos no se den cuenta, los rechacen, no reconozcan su valor o les consideren inferiores, son muy valiosos y todos cumplen diversas e importantes funciones dentro del ecosistema.
Desde la pequeña abeja que poliniza las plantas y ayuda a que éstas existan (todos sabemos que sin las plantas no podríamos vivir puesto que son las que producen el oxigeno, evitan la erosión del suelo y mantienen la humedad), a otras especies depredadoras que controlan plagas de una forma sostenida. Es una cadena trófica. Una cadena de vida.
Pero, a veces, la forma de actuar, de los humanos y nuestra falta de costumbre de pararnos a pensar, de vez en cuando, afecta y mucho, al ecosistema y a la vida de muchas especies.
Los cazamos incontroladamente y de una forma masiva, no sólo por comer, sino también por diversión, para vestirnos con sus pieles por moda y para colgar sus cabezas o cuernos como trofeos, destrozamos su hábitat, contaminándolo o deforestándolo, de tal manera que luego no pueden continuar viviendo allí; o, directamente los expulsamos de las zonas donde viven. Llegando así a conducir a muchas especies a su completa extinción.
Sólo quédate con este claro mensaje: La vida en el planeta tierra es posible, en gran parte, por esa coexistencia de diferentes especies de seres vivos. Son necesarios y maravillosos. No los subestimes.