Es una anomalía en los ojos en la cual, el iris de cada ojo es de diferente color. Por ejemplo, un ojo puede ser azul y el otro marrón.
Puede ser completa, en la que cada ojo tiene un color, o parcial, en el que el iris de un ojo está dividido en dos colores.

Esta anomalía es congénita, se manifiesta desde el nacimiento y es genéticamente hereditaria. Aunque también puede aparecer, posteriormente, a causa de algún tipo de enfermedad como un glaucoma o provocado por algún traumatismo.

En este artículo, que lo enfocamos más a los felinos, te diremos que, algunas razas tienen más predisposición a esta desviación, como el Khao Manee, un gato, totalmente blanco y procedente de Thailandia. Y al parecer es más común en gatos que en perros.

No afecta a la visión del animal y no supone ningún problema para él. Es simplemente un tema estético, y lo cierto, es que les aporta una apariencia muy misteriosa, bella y enigmática.

Como curiosidad, se dice que la gata  preferida de Mahoma, llamada Muezza, era blanca y con un ojo de cada color.