Los gatos aún no se han terminado de domesticar
imagen de portada: Felino orejas caídas
Si bien ya has leído o conoces el «experimento de Belayev» (si no lo has hecho, te recomendamos que lo hagas en nuestro artículo dedicado a ello) sabrás que, curiosamente, cuando los animales salvaje,s pasan por un proceso de domesticación sufren, a su vez, cambios físicos. Se va produciendo en ellos una metamorfosis.
Pero el felis silvestris catus, de hoy en día, apenas tiene ese aspecto físico característico de los animales ya domesticados. Exceptuando la aparición de manchas en el vientre y en el cuerpo, no tienen las orejas caídas (menos alguna raza creada por el hombre), ni sus rabos se han rizado, ni tienen esa cara característica con rasgos inmaduros. Todo lo contrario, sus orejas son erguidas y puntiagudas, su cola es larga y estirada y su porte es más señorial que infantil.
Esto lo que sugiere es que, probablemente, siga en proceso y la domesticación TOTAL del gato no haya terminado. Dado además que hay una diferenciación entre doméstico y domesticado.
¿Te imaginas en un futuro que todos los gatos domésticos tengan las orejas caidas? 😉