La mayoría de los perros disfrutan muchísimo sacando la cabeza por la ventanilla del coche cuando éste esta en movimiento.

La razón no es otra que el hecho de que, en ese momento, pueden percibir un montón de olores a la vez. Para ellos es como un cóctel de diferentes, nuevos y variados olores. Si te fijas bien, verás cómo, mientras el aire le coloca las melenas al viento, casi no puede abrir los ojos y se le pone cara de velocidad, a su vez, mueven la nariz y olfatean con su trufilla.

También, los más cotillas, disfrutan de las vistas, de los sonidos y si hace calor de paso les sirve para refrescarse.

No obstante, se debería tener mucho cuidado con esto y, si permitimos a nuestro perro disfrutar de este pequeño placer, hacerlo siempre sin bajar la ventanilla del todo, para que sólo saque un poco la cabeza y no el cuerpo entero; y siempre atado con el cinturón de seguridad, no sea que pueda tener la tentación de saltar fuera del coche.