Aquí os explicamos qué son y cómo funcionan las protectoras y asociaciones de animales:

Son organizaciones, sin ánimo de lucro, que invierten su tiempo y esfuerzo en recoger, en medida de lo posible, animales abandonados o de particulares que los ceden. Estas entidades, evidentemente, necesitan dinero para poder llevar a cabo su labor.

Cuando alguien adopta un animal, el proceso consta de unos trámites básicos: un formulario pre-adoptivo que ayuda a conocer un poquito más a la familia interesada, un contrato de adopción con unas sencillas y lógicas cláusulas, que solo pretenden velar por el futuro bienestar del animal, un compromiso de esterilización y una cuota de adopción.

Ante todo, es importante saber que el dinero que se cobra por la entrega del animal, no es en concepto del animal en sí. No lo estás comprando. Solo cubre (y a veces ni eso) los gastos ya originados. En ocasiones, más económico de lo que te costaría en una clínica veterinaria.

Generalmente, suelen corresponder a:

• Chip
• Cartilla
• Desparasitación
• Vacunas necesarias hasta la fecha
• Esterilización

Sin contar, a veces, otros muchos gastos veterinarios que se han podido originar: pruebas para eliminar posibles enfermedades, intervenciones quirúrgicas si el animal lo ha podido necesitar, medicinas si ha estado enfermo y sus gastos de manutención.

Cómo les puedes ayudar

Suelen contar con aportaciones mensuales de socios y donativos puntuales, tanto económicos como de material necesario. También apadrinamientos, ayuda de voluntarios, casas de acogida. Y, en muy contadas ocasiones, las adjudicatarias reciben alguna subvención de los ayuntamientos o de la administración.

También puedes ayudarles a llevar a cabo su labor compartiendo y difundiendo los casos y acudiendo a los eventos solidarios que organizan.